Trabajo Colaborativo
Cuántas veces te habrás preguntado si un espacio de coworking será el sitio adecuado para tí o no, dudas si arriesgarte, te has informado e incluso has visto alguna opción, pero al final, ves un gasto que no quieres sumar a tu bolsillo hasta que no tengas algo más seguro. Y es normal, porque comprometernos a pagar mensualmente un importe, por pequeño que sea, nos exige meditarlo y valorarlo concienzudamente. Por ello, en el post de hoy quiero que veas esa misma realidad desde otro punto de vista de la mano de un Freelandero, Fernando Fernández Navarrete.
Porque entender el coworking desde el razonamiento: necesito o no una oficina es, entre otras cosas francamente aburrido. De echo la palabra oficina es aburrida por sí misma, ¿no crees?, porque necesitar, lo que se dice necesitar, pues en realidad necesitamos pocas cosas en la vida. Sin embargo, te sugiero que lo veas desde las ventajas que ofrece el coworking como entorno colaborativo. El coworking ofrece un lugar de encuentro entre profesionales, autonomos y empresas donde las oportunidades para hacer contactos se incrementan notablemente.
Gestionar Freeland me ofrece continuamente, el profundo privilegio de estar en contacto con la realidad de muchas empresas y autonomos que buscan mejorar, despegar o arrancar y, por falta de recursos, muchos de ellos no terminan de avanzar. De alguna manera la falta de tiempo, dinero, contactos, equipo, tecnología, etc… limitan nuestro éxito, es decir, estar donde queremos estar. Por ello hoy hablamos de los excelentes resultados que proporciona ser parte de un entorno colaborativo a través de uno de los autonomos que forma parte de nuestro espacio de coworking en Madrid
Hoy queremos poner de relevancia el caso de Fernando Navarrete, como ejemplo de lo que puede ser el escenario de cualquier autonomo. Fernando vino a Freeland en Marzo de 2015 y, éste es el último mes que esta con nosotros, después de haber labrado un presente de éxito, no exento de incertidumbre, como la de cualquier autónomo.
[fusion_tagline_box backgroundcolor=»#f7f7f7″ shadow=»no» shadowopacity=»0.7″ border=»1px» bordercolor=»#a0ce4e» highlightposition=»top» content_alignment=»left» linktarget=»_self» title=»Recuerdo a Fernando agobiado en el mes de Febrero por no tener trabajo y preguntárse como podría activar sus contactos.» margin_bottom=»10px» animation_type=»0″ animation_direction=»down» animation_speed=»0.1″]Ejecutar los trabajos te deja al descubierto en muchas ocasiones por no tener tiempo para realizar la actividad comercial correspondiente. Recuerdo a Jaime Rubiano de la empresa Praktikal recomendándole usar Linkedin y solicitar recomendaciones.[/fusion_tagline_box]
La historia de Fernando en Freeland podemos verla en cifras para ilustrarla de una forma gráfica:
Fernando es realizador audiovisual y se dedica a la producción de vídeos corporativos y personales del tipo film videography, para hacer marca y generar contenido, es fotógrafo profesional y un apasionado del mundo del motor. Ha estado 16 meses en Freeland en un puesto nómada, es decir, en un puesto flexible y, en ese tiempo, ha desarrollado más de ocho colaboraciones con diferentes empresas y autonomos ubicados en Freeland (MicoCar, Thinkersco, Delia Yupa y con DWF).
A Fernando, estar en Freeland todo este tiempo le ha supuesto una inversión de 1.520 €, y dicha apuesta le ha generado sólo en Freeland, a través de los contactos generados en el espacio y las colaboraciones con diferentes empresas, unos ingresos por valor de 2.000 €. Lo que indica que, Fernando, a demás de amortizar al 100% la inversión que decidió realizar al entrar en un espacio de coworking como Freeland, ha generado ingresos con saldo positivo, contando sólo con las colaboraciones que aquí ha desarrollado.
Esto significa que sus costes fijos han quedado amortizados por medio del propio entorno colaborativo de Freeland, es decir, a través de los contactos que aquí ha hecho, aumentando de esta manera el margen de beneficio sobre el resto de trabajos que ha gestionado, pues él contaba ya, con una red de contactos y de clientes que ha seguido gestionando durante todo este tiempo.
[fusion_tagline_box backgroundcolor=»#f7f7f7″ shadow=»no» shadowopacity=»0.7″ border=»1px» bordercolor=»#a0ce4e» highlightposition=»top» content_alignment=»left» linktarget=»_self» title=»Fernando buscaba algo más que un sitio para trabajar, buscaba estar conectado e inundarse de energía, para hacer frente a las exigencias de la vida en formato freelance. » margin_bottom=»20px» animation_type=»0″ animation_direction=»down» animation_speed=»0.1″ /]
Esto encaja en el tiempo con la incorporación de otro Freelandero, Alejandro Montejo de la empresa Quecochemecompro, un comparador de coches. Alejandro es Director Comercial y supo que KM77, un blog del mundo del motor, buscaba un cámara para grabar los vídeos de sus coches.
A todo esto, Alejandro también tiene un puesto nómada por lo que coincide con Fernando en las zonas de Freeland destinadas para estos puestos, entre ellos El Parke. Hablar, conversar e ir conociendo a diferentes compañeros, es precisamente lo que propone un entorno colaborativo, trae oportunidades encima de la mesa para aquellos que están preparados, porque no olvides que, las oportunidades son para el que es capaz de verlas, y sin duda, Fernando no perdió la oportunidad de llamar a KM77 y, como resultado, el día 1 de Julio empieza a trabajar con ellos.
Fernando hizo esto posible desde el primer momento que decidió pasar a la acción y apostar por su propio futuro y por tener oportunidades. Salir del aislamiento que tiene el autónomo en su casa e incorporarse a Freeland aun entorno colaborativo donde las oportunidades están siempre presentes. Fernando buscaba desde el primer momento algo más que un sitio para trabajar, buscaba estar conectado e inundarse de energía, para hacer frente a las exigencias de la vida de los autonomos.
Receta
Estas son las cosas que Fernando hizo cuando se incorporó al espacio y que enumeramos para ti, para que te sirvan y le saques todo el partido a ser parte de un espacio de coworking.
Así que, si estas pensando quedarte en casa hasta que tengas dinero para tener una oficina, cambia el chip y pásate al coworking. Ábrete a conectar y saca todo el partido que ofrece un entorno colaborativo.