Lanzamos un proyecto para reducir el PARO JUVENIL
El pasado mes de Abril se celebró la convocatoria para participar en los fondos AEIF, que lanza el Departamento de Estado de los EE.UU. Los fondos AEIF, Alumnni Engagement Innovation Found, son fondos destinados a la financiación con capital semilla de proyectos innovadores en cinco áreas diferentes:
Cada candidato propone un proyecto, cuyo objetivo es solucionar un problema concreto, dentro de una de estas áreas. Puede ser cualquiera de ellas, pero sólo puedes presentar un proyecto y, tienes que ser alumni de la Embajada. Para que tengáis una idea de la magnitud, se presentan proyectos desde la Embajadas de EE.UU en todos los países. Este año las cifras han sido:
Ese proyecto español al que le han otorgado fondos es el nuestro: Turning Point Challenge.
Un proyecto cuyo objetivo es reducir el paro juvenil, mediante la inmersión de los jóvenes desempleados en un entorno positivo y de activación, en el que los participantes se vean afectados por el ecosistema que les rodea, para que les motive a poner en marcha sus propias iniciativas.
El entorno como conductor de experiencias positivas, es el elemento de transformación que usaremos para activar la creatividad de los jóvenes. Rodeados de otros emprendedores, empresas y profesionales, les invitamos de manera emergente a que se produzca el cambio en su manera de pensar y en su actitud.
Serán generadores de sus propias oportunidades y aprenderán a pensar y a desarrollar sus propias iniciativas.
Turning Point Challenge, empieza en Septiembre y ahora estamos trabajando para tener todo preparado, para que después de verano, Freeland Innovation Center, de la bienvenida a todos los que quieran tomar las riendas de sus sueños. Si quieres participar, colaborar, o hacer una donación, ponte en contacto con nosotros aquí:
Para poder activar el proyecto, uno de los requerimientos es no tener ánimo de lucro, por lo que Freeland Studio, S.L., la empresa que constituí para gestionar el espacio de coworking, Freeland, y prestar servicios de agencia de comunicación, no me sirve. Aunque sin duda, nunca ha estado muy alejado de nosotros el espíritu de ayuda propio de una non profit, a todos aquellos que lo han necesitado en diferentes ocasiones, como hacía el camarero Manolo, en el Café Gijón, el cual era famoso por prestar dinero, entre ellos a Gracita Morales a quien dejó dinero para casarse.
Por ello, el salto a empresa sin ánimo de lucro no nos cuesta nada, pues tenemos bien fijado dentro de nuestro adn, el espíritu colaborativo y de ayuda necesario, para que alguien arranque y se ponga en marcha.
Freeland Studio, seguirá funcionando como lo ha hecho y, constituimos una asociación sin ánimo de lucro, Freelanding, cuyo objeto es apoyar y dar soporte a jóvenes emprendedores que quieren poner en marcha un proyecto profesional, su propio proyecto. Esta asociación mantendrá la actividad, para que los fondos semilla que la ven nacer, sean la chispa de una llama que se mantiene en el tiempo, e ilumina a todos esos jóvenes que hoy se sienten perdidos, en un mercado al que no pertenecen y, con una formación para la que ya no hay futuro predeterminado.
Este proyecto es una gran oportunidad, para poner en escena el resultado del ensayo que pusimos en marcha hace años con la apertura de Freeland Innovation Center. El ensayo no era otro que, diseñar un espacio lo suficientemente atractivo e inspirador, como para cambiar la mentalidad de las personas, para que de forma natural, se vieran influenciadas por el espacio, para colaborar y para rescatar su creatividad. Durante estos años, han sido muchos los profesionales y empresas que han pasado por esta tierra libre, cuyo principal valor está hoy en día, en su Comunidad Coworker.
Ahora podremos aplicar las ventajas del coworking como filosofía de trabajo y como espacio que invita al cambio, en los jóvenes que no encuentran oportunidades de trabajo para sus habilidades.
Los jóvenes que salen al mercado, los millenials, ven la vida y el trabajo de manera completamente diferente, no encajan en el escenario actual, parte de la formación que han recibido pertenece a sectores que están desapareciendo y no son capaces de absorber la oferta de trabajo. Pero tampoco encajan en los trabajos tradicionales que ofrece el mercado, ni en los entornos de trabajo actuales, son personas disconformes con la situación actual, con capacidades que están sin explotar. En Freeland les ayudaremos a encontrarse con esas capacidades, a creer en ellas y a ponerlas en marcha y, lo haremos en un entorno que dista mucho, de lo que hasta día de hoy hemos llamado oficina.
Por último, sólo me queda invitaros a participar y dar las gracias al equipo de la Embajada de EE.UU en Madrid, por creer en nosotros como lo hacen y por ayudarnos, porque sin ellos esto sería imposible.