EMPRESAS Y TRABAJADORES PUEDEN APROVECHAR ESTA NUEVA VERSIÓN DE TRABAJO HÍBRIDO QUE HOY TE PROPONEMOS
PORQUE EL TELETRABAJO NO ES SÓLO TRABAJAR DESDE CASA.
Los espacios de coworking son un recurso desconocido, con un papel muy importante por jugar en la incorporación del teletrabajo.
El trabajo híbrido es una nueva modalidad de trabajo que se ha definido como la combinación de parte del tiempo de trabajo en remoto, generalmente desde casa, con otra parte, de forma presencial.
Siendo un hecho que muchas empresas no están preparadas, para asumir un teletrabajo del 100% de su plantilla y, por otro lado, que muchos trabajadores, aunque quisieran no pueden aprovechar las ventajas que aporta el teletrabajo , porque trabajar desde casa les resulta del todo impracticable, parece que, empresa y trabajadores, se contentarán con la opción del modelo híbrido. Aunque es una especie de ni pa ti, ni pa mi.
Por eso, hoy queremos compartir contigo desde Freeland un caso real, el de Milagros Sánchez, que ilustra muy bien esta nueva versión de trabajo híbrido de la que te hablamos.
Milagros trabaja por cuenta ajena como analista de sistemas para Ibermática, una empresa que ofrece soluciones de tecnología a otras empresas, privadas y públicas y, ha pasado por tres fases hasta llegar a este nuevo formato de trabajo híbrido; dos de ellas seguro que te resultan familiares.
Antes del Covid-19 trabajaba en una oficina, como todos. Luego, pasó a estar totalmente en casa, también, como todos y, ahora, combina trabajar desde casa con trabajar desde Freeland, es decir, desde un espacio de coworking.
Su experiencia arroja muchas luces sobre lo miedos más comunes que tienen las empresas respecto al teletrabajo como es la productividad y, también aporta soluciones, para aquellos trabajadores que quieren teletrabajar y no lo pueden hacer desde casa.
Así que…, de no haber sido por los azares del Covid-19, probablemente, no habría descubierto que un «espacio de trabajo» va mucho más allá de una oficina, como estaba acostumbrada.
Milagros Sánchez
– ¿Qué ha cambiado desde que alternas el trabajo entre casa y Freeland
«Ha cambiado en el sentido de que en este nuevo formato me organizo yo sola mi propio tiempo». Más allá de que pueda tener una reunión o una llamada, el 90% del tiempo me lo organizo yo y hago mi trabajo yo. Lo que pasa en la oficina es que a veces te dejas llevar por la pauta que te marcan otros.
Incluso, me he dado cuenta de que, a diferencia de estar en la oficina, las horas de trabajo se han agudizado más. Antes, si te ibas a tomar un café o charlabas en la oficina, lo dabas por sentado, pero ahora me he hecho más consciente de la rentabilidad que le saco a las horas de trabajo.
Me ayuda mucho estar en el coworking porque, sin duda, me concentro mucho más que cuando trabajaba toda la semana desde casa. En casa estás constantemente debatiéndote entre el tiempo de ocio y el tiempo de trabajo. ¡Eso me provocaba mucho agobio! Alternar el trabajo desde Freeland y desde casa me sienta muy bien.
¿Crees que teletrabajar desde Freeland ha mejorado tu productividad?
Sin duda. Tengo un sentido de pertenencia que en casa no sentía. Esta nueva forma de trabajo 100% remoto donde el contacto con mi equipo sea solo por llamadas o conferencias, no me hace sentir a gusto. Aunque hable media hora con mis compañeros todos los días, me parece muy frío ese tipo de contacto.
Desde ese punto de vista, socializar físicamente con las personas en el coworking me ha hecho más productiva. Estoy más tranquila, menos agobiada de verme sola. Al estar en un estado emocional más tranquilo, mi productividad, mi concentración y mi organización se incrementan. Me motiva y me enfrento al trabajo con otra actitud. Todo eso influye a favor de mi trabajo.
– Milagros, ¿en qué proyectos estás trabajando actualmente? ¿Cómo te organizas con cada uno?
«Trabajo mucho con consultoría de clientes y suelen ser proyectos largos. Y cada proyecto suele venir con tareas diferentes, desde probar un funcional hasta seleccionar tipos de sistemas, meter test en una herramienta, evaluarlo… etc. Entonces cada día me hago una lista y distribuyo el trabajo en bloques de 20 minutos. Soy muy consciente de hacer una lista realista, intentando no abarcar mucho, para tener controlado la sensación de logro por tareas”.
– ¿Siempre has usado la técnica de las listas de tareas? Se critica mucho como técnica de productividad
«No siempre he usado el to-do list, de hecho antes no usaba ninguna técnica de productividad en particular. Llegué a esta porque me parece simple y muy visual. Si has hecho 3 cosas, pues tachas 3 cosas, ¡y ya está! Y sobre todo la ventaja que más aprecio es poder visualizar el avance cada día. No me abruma la lista porque me hago una muy consciente. Si me propongo hacer 6 tareas por la mañana y las cumplo, sé que he acabado el día bien. Ahora, si me guiara por la lista de tareas que me hace la empresa (que es irreal) pues sin duda me abrumaría. Haciéndome la mía propia no peco de exceso».
– ¿Cómo logras hacer esas tareas que no te apetecen y siempre quieres postergar?
«Cuando tengo tareas nuevas me cuesta entrarle, y cada 3 o 4 días las tengo, porque los proyectos varían mucho. Lo que hago es empezar con calma. Mientras más difícil es la tarea o cuanta más incertidumbre tengo sobre ella, la pico en pequeños pasos. Al inicio me cuesta, pero en la medida en que me concentro más, se me va haciendo más fácil y voy más fluida… y ya luego no me requiere tanto esfuerzo.
– ¿Usas alguna herramienta tecnológica para ayudarte con la ejecución de tareas?
«No, soy más de usar papel. De hecho, me hago una lista con colorines, porque visualmente me ayuda mucho. Alguna vez he utilizado Trello o aplicaciones similares pero en proyectos de oficina. Pero a mí lo que me gusta es pintar, porque mi trabajo es todo tecla y poder hacer esa lista en papel ya representa para mí una manualidad, aunque no sea gran cosa, pero para mí sí que lo es. Hecho de menos trabajos manuales y por eso aprovecho cosas como estas para hacerlo.
Si te enseño mi cuaderno, verás que cada día es una historia, un día hay más colores, otro día hay más dibujos y así… en función de cómo me sienta ese día (risas)»
– ¿Y cómo mides tus resultados para saber que estás siendo productiva?
«Directamente con lo que voy tachando en la lista de tareas. Más que fijarme en cuántas horas he trabajado, me fijo en cuántas tareas he completado».
– Por último, en un palabra, ¿qué es para ti productividad?
«Estar tranquila emocionalmente, porque es lo que me ayuda a mi productividad y a mi concentración. Me motiva y me enfrento al trabajo con otra actitud.»
¿Te quedaste con ganas de más?