Lugares en los que queremos estar
Se supone que uno de los lugares en los que queremos estar es nuestra casa. También más sitios: apartamento de vacaciones, el salón de unos amigos, la cocina de la abuela. Y la oficina, en cierto modo, debiera ser otro lugar. Aunque para permanecer el tiempo necesario. Es algo que de lo que venimos hablando últimamente. De hecho, es quizá el principal motivo que impulsa lo que podemos llamar “filosofía Freeland”. Sí, puede sonar algo presuntuoso. De modo que mejor vamos a fijarnos en un caso que hemos encontrado en Linkedin. Una mezcla de guardería y oficina.
Se trata de algo que ha generado reacciones muy contrapuestas. Aquí mostramos la foto que nos facilitan Alyx Christopher Muñoz Maldonado y Lyz Escalante Fernandez. La idea de fondo es lo que venimos diciendo: un lugar agradable, un sitio donde podemos estar a gusto. Un entorno laboral donde podamos conciliar trabajo y familia. Pero fijémonos en lo que tenemos: el niño en la oficina. La madre atendiendo, a la vez, su trabajo y a su niño. ¿Es eso lo que queremos? ¿Eso es conciliar? Sólo tenemos que leer los comentarios para hacernos una idea de hasta qué punto la idea no parece la más atinada.
Un equilibrio sano
Sin duda, hay que procurar que la oficina sea una atmósfera humana, un entorno acogedor. Pero hay que saber distinguir. El hogar es otra cosa. Algo que nos han recordado muy bien hace poco los chicos de Pantomima Full con un vídeo en que parodian cierto tipo de empresas, donde lo “creativo” se come la sana separación entre trabajo y vida personal.
— Pantomima Full (@Pantomima_Full)
February 11, 2022
Por eso, nos viene bien recordar algo que comenta Borja Aranguren, CEO de Cobee:
La rotación de personal se ha convertido en un problema común entre las compañías españolas. Normalmente estamos acostumbrados a relacionar sueldo y horario con el bienestar laboral, pero la realidad es que hay muchos otros aspectos que determinan nuestro interés en permanecer en un trabajo. Identificarnos con los valores y cultura de la empresa, sentir que formamos parte de ella y ver que se preocupan por nosotros son aspectos que cada vez tienen más importancia.
Porque el espacio es algo físico, pero también otra cosa. Es una atmósfera, es una cultura de encuentro y de respeto. Algo de lo que queremos seguir hablando.
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